Soy Clau y soy Diseñadora de la Comunicación Gráfica. Todos: ¡Hoooooola Clau! Sí, el diseño es mi vicio, pero para no quedarme atrás, también estudié mercadotecnia y mi más reciente amor: Health Coaching.
Tengo 31 años y desde que estudié la carrera de diseño tenía muy en claro que no haría esto toda mi vida, ¡claro que me encanta! Pero no me veía con esa misma pasión y mariposas en la panza que veía en otros de mis amigos. Me acuerdo perfecto cómo el sueño de varios era estar en las grandes agencias de diseño o tener la propia y yo no tenía claro ni dónde quería trabajar jajaja, solo sabía que sí, lo practicaría un tiempo, pero estaba convencida que mi vida daría un giro de 360 grados.
Y quien me conoce bien, sabe que lo decía a diestra y siniestra: no ejercería diseño toda la vida (ojos asesinos en 3, 2, 1). Estudié en la UAM Azcapotzalco ¡siempre fue mi sueño estar ahí! Tanto así que hasta me tardé como 4 exámenes en lograrlo jajaja, mi mamá me decía que eso ya era un capricho, pero ¿la verdad?: amo los retos y amo lograr las cosas que me llenan en esta vida, así que no me di nunca por vencida hasta lograrlo y entrar.
La experiencia de estar en la UAM me abrió los ojos completamente a un mundo que me parecía mágico, especial y auténtico. Hoy, uno mis 3 amores para hacer lo que me apasiona: ayudar a otros. Por eso me convertí en Health Coach y definitivo, siempre he pensado que el diseño ha sido la base que me ha ayudado a llegar a donde ahora estoy. Siempre lo he dicho:
“El diseño no solo te abre puertas y espacios, hace que descubras algo de ti y te vuelve más analítico con respecto a la realidad”.
Gracias a esto, yo descubrí que podía tener una carrera que amo y aplicarla en mi pasión de vida: empoderar a mujeres y hacer que se enamoren de sí mismas, porque al final, la mejor relación que tendremos toda nuestra vida, será la que tengamos con nosotros mismos, ¿no? Y, ¿cómo fue este giro de carrera? Empecé trabajando como diseñadora en pequeñas empresas, grandes empresas, imprentas (algo donde yo digo que todos los diseñadores deberían estar al menos una vez en su vida: básicooo), agencias pequeñas y luego llegué a la agencia que me cambió la vida y que me hizo ampliar mi visión.
Aquí fue cuando di el primer salto importante: de Diseñadora a Ejecutiva de Cuentas (WTF?). Todos mis amigos diseñadores me dicen que soy rara y que no parezco diseñadora. Pero estar del lado de Cuentas me amplió el horizonte demasiado y me dio una ventaja competitiva que atesoro en mi vida: poder entender al equipo creativo, lograr bajar mejor briefs, tener una visión completa del negocio de una agencia, aprender a lidiar con la frustración, entender el lado del cliente y los largos procesos que no vemos a veces como diseñadores; desde el nacimiento del proyecto hasta su finalización.
Después de 2 años y medio, me convertí en Directora de Cuentas, sin dejar de diseñar, dar servicio a cliente, hacer planning, estrategias, buscar prospectos, etc. Aprendí como nunca y aprendí también que era momento de dedicarme tiempo a mí. Siempre había querido emprender, lo intenté con mil cosas, pero no había algo que me llenara tanto hasta que descubrí Health Coaching. Llegué a este camino estudiando para mejorar mis propios hábitos, crecer internamente y así poco a poco re descubrirme, escucharme y entonces me llegó ese “aha moment”, sabía que eso era lo que quería hacer siempre. Y entonces sí, sentí esas mariposas en la panza que me decían que ahí estaba mi corazón, en ayudar a otros a encontrar un camino más saludable de forma integral en su vida.
Y como siempre, es difícil dar el primer paso, pero sin más ni más, agradecí haber estudiado merca y entonces empecé mi plan de negocio, mi estrategia de marca. Empecé por toda una auditoría de la industria, pasé noches en vela viendo, investigando comparando, anotando, pegando miles de post its en las paredes de mi depa, haciendo vision boards, estudiando a mi target a diestra y siniestra y soñando con cumplir mi sueño. Una vez con mi plan definido, empecé el diseño de mi marca, no sin antes agradecer todo lo que me ha dejado la agencia para poder bajar mucho mejor mi propia marca, ¿cuáles eran mis objetivos? ¿cómo quería que me vieran los demás? ¿qué soy? ¿qué no soy?.
Así empecé el diseño de mi logo y otra vez, noches en vela pero con una pasión incansable y sin más ni más, un día la vi y me enamoré de mi propio resultado, pero me faltaba lo más importante: mi página web. Toda la carrera le había huido a web y esta vez tuve que aprenderlo sola y lanzarme.
Mi primer intento fue un fiasco y después de 6 meses le cambié cosas y le sigo cambiando cosas, sé que irá mejorando y evolucionando, pero sin duda, hoy me enorgullezco de toda mi historia, porque me ha permitido cumplir uno de mis grandes anhelos: tener mi propio blog, construir y ver crecer mi marca en instagram como influencer (que es una chambota entre fotos, correciones, look&feel, personalidad, lograr un perfil coherente y atractivo, etc.) y también lanzar mi página en facebook.
Ahora que veo todo, sé que aún falta, que va creciendo y sé que seguiré trabajando en ello. También sé que llegará un punto donde necesite soporte para mis plataformas y evolucionar, pero ahora, cada día agradezco combinar las cosas que amo para ejercer mi pasión. Y esto, no solo me ha permitido crecer de forma personal, sino también ampliar mi círculo profesional y seguir alimentando esas relaciones que me han brindado oportunidades de diseño free lance, porque ¿a quién no le gusta hacer esos trabajos que te dan una lana extra? jajaja.
Definitivo el diseño es solo el primer paso de grandes oportunidades. Yo te preguntaría: ¿qué estás dispuesto a lograr cuando te sacudas los miedos y te atrevas a dar el siguiente paso? Y lo repito una vez más: “El diseño no solo te abre puertas y espacios, sino hace que descubras algo de ti y seas más analítico con respecto a la realidad” I LOVE DESIGN.