Desde Ratatouille no he podido superar que Remy la rata cocine mejor que yo y que haya alcanzado la cumbre del éxito y la fama en París, de igual modo no puedo concebir el talento de la rata Splinter para entrenar en artes marciales a un grupo de cuatro tortugas que pelean para salvarnos de las atrocidades de Shredder, en fin, si bien dicen que hay más ratas que humanos, debemos estar preparados para cuando estas criaturas dominen el mundo.
Y si, mis queridos diseñadores, el momento que tanto temíamos ha llegado: existió una rata en nuestro mundo del arte y la creatividad, quien logró conquistar corazones a través de las redes sociales y que para nuestra suerte, no vivió mucho, ya que nos hubiera dejado sin chamba: Darius,
la rata que muchos ven con ternura -pero como que si da cosita-, pintaba con las patas en pequeños lienzos que su dueña le proporcionaba, ustedes se preguntarán quién –y cómo- infundió la creatividad y el don artístico en un espécimen de esos, la respuesta es Amalie Andersen, estudiante noruega de arte y animación digital, quien fue la encargada de inculcar la pasión del
arte en el roedor que fue toda una celebridad en Instagram y que lo impulsó hasta el fin de sus días para convertirlo en un famoso pintor – ojalá y alguien hiciera algo así por nosotros-.
Darius, tuvo una breve pero exitosa carrera artística y seguro es el roedor con más pinturas vendidas en el mundo, logró monetizar entre 3 y 4 cuadros hasta el día de su muerte a principios
del 2019. Antes del fatídico suceso, Amalie, invirtió las ganancias de su mascota en comprarle un arnés para poder mostrarle el mundo real, ya que a diferencia de sus parientes, no vivía en las alcantarillas, sino en una casa como una mascota donde Darius se encerraba y concentraba en sus
sesiones de pintura y por lo tanto, no conocía el exterior.