En este curso, nos sumergiremos en el fascinante mundo de la antigua Roma, explorando su rica cultura que se extiende desde el remoto año 1000 a.C. hasta el trascendental evento conocido como la “Caída de Roma”. Acompañaremos a destacadas personalidades que desempeñaron un papel fundamental en el devenir de la ciudad, desde los tiempos de los monarcas hasta la República Romana y el majestuoso Imperio Romano. Sumergidos en los encantos de la urbe de Roma, y explorando el alcance expansivo de su influencia en Italia, el Mediterráneo y más allá, descubriremos los misterios de una época perdida en los anales de la historia.
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Universidad de Arizona
La Universidad de Arizona, una prestigiosa institución educativa y miembro selecto de la Asociación de Universidades Estadounidenses, desempeña un papel fundamental como universidad de concesión de tierras en el estado. Su enfoque en la investigación es extraordinario, con una inversión anual que supera los 625 millones de dólares, consolidándola como una de las principales universidades públicas de investigación en todo el mundo.
Distinguida por ser la sede de dos facultades de medicina alopática en Tucson y Phoenix, así como por su participación en el Consorcio de Becas Espaciales de Arizona y el UA Tech Park, la Universidad de Arizona genera un impacto económico significativo, contribuyendo con una suma impresionante de 8.3 mil millones de dólares al desarrollo del estado de Arizona.
El reconocimiento a nivel nacional no es ajeno a esta institución, ya que según US News and World Report, 14 programas de posgrado de la Universidad de Arizona se encuentran entre los 20 mejores del país. Además, se destaca por ser uno de los principales proveedores de becarios Fulbright en los Estados Unidos.
Guiada por su ambicioso plan estratégico académico y empresarial, denominado “Never Settle”, la universidad se enfoca en formar graduados que sean ciudadanos globales, líderes comprometidos y personas plenamente realizadas. La Universidad de Arizona está forjando el camino hacia un futuro brillante, donde la excelencia académica y el impacto positivo en la sociedad se fusionan de manera sinérgica.
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Programa – Qué aprenderás en este curso
Semana 1
Introducción al ‘Arte Romano y Arqueología’
Aquí puede encontrar toda la información introductoria, el plan de estudios del curso y recursos útiles.
Semana 2
Los primeros romanos y sus antepasados (ca. 1000 – 500 a. C.)
Durante la Primera Edad del Hierro, aproximadamente en el año 1000 a.C., la civilización en Italia se caracterizaba por su simplicidad. Los romanos, lejos de ser las culturas más sofisticadas de la península, dieron paso a grupos del norte de Roma conocidos como los villanovanos, quienes se destacaron por su dominio de los recursos metálicos en el norte de Italia incluso antes del establecimiento oficial de Roma.
Con el transcurso del tiempo, emergieron los etruscos alrededor del 800 a.C., convirtiéndose en los primeros grandes rivales de Roma. Esta confederación flexible de ciudades-estado al norte de Roma extendió su influencia incluso hacia la ciudad misma y hacia el sur, llegando hasta Pompeya. Los etruscos se destacaron especialmente por su arte magnífico, dejando un legado impactante en las gloriosas tumbas pintadas de Tarquinia.
En ese contexto, se revela una historia fascinante que nos transporta a épocas antiguas, donde las culturas pre-romanas dejaron una huella profunda en el panorama cultural y artístico de Italia.
Semana 3
Ascenso y caída de la República romana (509 – 31 a. C.)
Después de la expulsión de los etruscos en el año 509 a.C., Roma emergió como una comunidad latina independiente que pronto se ganó fama por su ejército disciplinado y sus ambiciones militares. A medida que los romanos se expandían por todo el Mediterráneo, entraron en contacto con diversas culturas que dejaron una profunda influencia en este joven poder, especialmente en los ámbitos de la cultura, el arte y la arquitectura griega. Hacia el final de este período, se estima que la población de Roma pudo haber alcanzado el millón de habitantes.
El siglo I a.C. se caracterizó por un increíble desarrollo en múltiples campos artísticos, pero también fue una época de disturbios civiles, ya que los soldados se volvieron más leales a sus comandantes que al propio estado. Líderes como Sila, Mario, Julio César, Marco Antonio y otros se aprovecharon de esta agitación, que alcanzó su punto máximo con la influencia poderosa y decadente de la seductora egipcia Cleopatra, así como con la aparición de Octavio.
Este período histórico fue testigo de una fascinante amalgama de influencias culturales y políticas, donde la grandeza y los conflictos se entrelazaron de manera inseparable. Los eventos tumultuosos y los personajes magnéticos forjaron el destino de Roma, estableciendo las bases para la próxima era de su historia.
Semana 4
Augusto y el Imperio Romano Temprano (31 a. C. – siglo I d. C.)
El ilustre Augusto, conocido anteriormente como Octavio, sentó las bases para una fase crucial en la historia de Roma: el surgimiento del imperio romano. Sus sucesores, pertenecientes a la dinastía Julio-Claudia, continuaron gobernando el imperio. Sin embargo, ninguno de ellos pudo igualar el carisma y la visión de Augusto. Algunos, como Calígula y Nerón, quedaron marcados en la historia como sinónimos de libertinaje y decadencia extrema.
Hacia el año 69 d.C., Roma se encontraba sumida en el caos. Sin embargo, el emperador Vespasiano logró restaurar el orden, la dignidad y, lo que es más notable, la humildad en el cargo imperial. Bajo su liderazgo, se estableció una nueva dinastía: los Flavios. Lamentablemente, el segundo hijo de Vespasiano, Domiciano, puso fin a la dinastía Flavia debido a su administración desastrosa. Domiciano encontró su fin en el año 96 d.C. cuando fue asesinado.
Este período de la historia romana estuvo marcado por una sucesión de líderes con diversas cualidades y resultados. Desde el esplendor de Augusto hasta los desafíos y excesos de los Julio-Claudianos y la restauración bajo el mandato de Vespasiano, la historia imperial de Roma reflejó tanto la grandeza como las luchas internas del poder.
Semana 5
Roma en su cenit (siglo II d. C.)
Se cuenta que Roma alcanzó su apogeo en seguridad y expansión durante el periodo de los “Cinco Buenos Emperadores” (96-180 d.C.). En particular, el reinado de Trajano (98-117 d.C.) se distinguió como una época de conquistas y grandiosas construcciones, destacándose los imponentes Mercados de Trajano y el colosal Foro, cuyas ruinas aún dominan el centro de Roma. Pero la sucesión de Trajano trajo consigo un cambio significativo.
Adriano, su sucesor, era un individuo completamente distinto. Además de gobernar, era un arquitecto obsesionado por los círculos, cuadrados, esferas y cubos. Su fascinación por el arte griego rayaba en la locura, llevándolo a un nivel de pasión sin precedentes. Bajo su mandato, se erigieron monumentos y estructuras que reflejaban su singular visión artística.
Este periodo marcó un punto culminante en la historia de Roma, donde la conquista y la construcción se fusionaron en una sinfonía de logros monumentales. Trajano y Adriano dejaron un legado duradero en forma de majestuosas obras arquitectónicas, que aún hoy nos maravillan con su esplendor y nos transportan a un tiempo de grandeza y admiración por la belleza clásica.
Semana 6
Crisis y conclusión (siglos III a VII d.C.)
¿Cómo podemos interpretar la caída de Roma? El vasto imperio se desmoronó de diversas formas, en diferentes lugares y momentos. En el siglo IV, devastadores terremotos sacudieron las bases de las antiguas creencias religiosas en el Oriente romano. Mientras tanto, en el corazón de Italia, a lo largo del río Tíber, una epidemia de malaria, impulsada por una cepa virulenta que había mutado en el norte de África, dejó una estela de muerte. Sin embargo, el legado de Roma persistió en los imperios carolingio y bizantino.
Aunque Roma había experimentado su declive, la ciudad misma renacería en la Edad Media. Este resurgimiento perduraría a lo largo de los periodos Renacentista, Barroco, Rococó y Romántico. Roma desempeñó un papel fundamental en la fundación de nuestra propia nación. Su esencia vivió a través de los siglos, trascendiendo las fronteras del tiempo y dejando una marca perdurable en la historia.
La caída de Roma no fue un simple final, sino un nuevo comienzo. Su legado se entrelaza con la historia de civilizaciones posteriores, continuando su influencia en las corrientes artísticas y culturales que moldearon nuestro mundo. Roma sigue siendo una fuente de inspiración y una guía para comprender nuestras propias raíces y el desarrollo de las sociedades humanas.
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